El primer paso para crear un plan de reducción de la huella de carbono es calcular la huella actual de la empresa. Esto se puede hacer utilizando una herramienta de cálculo de huella de carbono o contratando a un consultor especializado.
El cálculo de la huella de carbono debe incluir los siguientes tipos de emisiones:
Emisiones directas: Emisiones producidas por la empresa directamente, por ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los vehículos de la empresa o las emisiones de las calderas de la empresa.
Emisiones indirectas: Emisiones producidas por la empresa indirectamente, por ejemplo, las emisiones de GEI de la electricidad que consume la empresa o las emisiones de GEI de los productos que compra la empresa.